APUNTES

Cirugía para aumentar la memoria *, por Juan Manuel Chávez


La esperanza de vida en el mundo, que a inicios del siglo XXI estaba alrededor de los 65 años, dentro de dos décadas bordeará los 70. Si bien en las naciones con mayor desarrollo económico y tecnológico, la expectativa será más alta: superará los 80 años.
    Esta situación, fuera de los problemas demográficos y los consecuentes efectos para los servicios de salud, termina por repercutir en la calidad de vida de los ancianos: cada vez es menos digna. Y es que, si bien el cuerpo perdura por más tiempo de lo que subsistía un siglo atrás, el cerebro no sobrelleva el paso de los años con la misma efectividad. La medicina, que sigue librando a las personas de sus tumores; que resolverá los padecimientos óseos y que apuesta por la alternativa de la prevención, no ha impedido el desmoronamiento de la memoria de los sexagenarios. Todavía hay pesonas como Margarita Suárez, que no logra recordar el nombre de su hijo menor, o Pedro Cáceres, que suele confundir su infancia con la del protagonista de una telenovela.
    Dentro de veinte años y más, la medicina se apoyará en la ingeniería informática, la biotecnología, la neurociencia y la nanotecnología para intervenir en el funcionamiento cerebral, a fin de revivir las conexiones sinápticas y recuperar la enorme cantidad de redes perdidas. El objetivo de este nuevo rostro de la Ciencia es que las mentes de Margarita y Pedro no sigan degenerando por el mal del Alzheimer; o tantos otros por amnesia, hipomnesia, hipermnesia; incluso, a raíz padecimientos como la neurosis y la esquizofrenia. Puede que, luego de una cirugía sectorizada en diversos puntos del cerebro, especialmente en el córtex parieto-temporal, el paciente recupere una capacidad de memoria de entre 2 y 3 terabytes, es decir, hasta 3 000 millones de páginas de una enciclopedia.
    Las preguntas que inquietarán a muchos son simples: ¿cuántos jóvenes o adultos se someterán a esta operación para ampliar su capacidad de memoria, como quien repotencia una computadora? ¿Las personas aspirarán a ser una fuente inacabable de reminiscencias? ¿Valdrá la pena recordar tanto? No solo cundirá el entusiasmo por este gran desarrollo neurocientífico, también habrá protestas: el olvido, desde siempre, es una forma de supervivencia humana.

Juan Manuel Chávez (Lima / Valencia)

*Días atrás, mi querida amiga Ana Sofía Vega me preguntó si imaginaba cuál sería la nueva profesión o disciplina más solicitada y peculiar del futuro. Esta proyección es mi respuesta.
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