APUNTES

Sobre la literatura fantástica. Hipótesis, afirmaciones y sospechas, por Marcelo Figueras


Hace una semana, una amiga me contó lo siguiente. Ocurrió el día que fue a colaborar con una actividad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, donde antes funcionaba la ESMA. Al caer la noche, los empleados del lugar empezaron a guardar sus cosas y comentaron que convenía estar afuera antes de las nueve, porque a esa hora "salían todos". Nadie dio explicaciones, pero a mi amiga le quedó claro que, cuando decían "todos", no se referían al resto de los empleados. Más bien hablaban, con naturalidad, de los espectros del lugar.
       Mi amiga es escritora y, sospecho, me contó esto porque piensa utilizarlo en su próxima novela, que será —me lo confesó— "una de terror". Y yo se los cuento a ustedes porque creo que ese futuro libro, como otros pocos que florecieron en este tiempo, representa un signo de salud.
      Durante los últimos cuarenta años, la mayoría de los escritores argentinos hizo lo mismo que los empleados del Espacio Memoria y salió de la literatura antes de que diesen las nueve. El imperativo era rajar antes de verse obligados a acercarse a los espectros, a confrontarlos, a interrogarlos. Buena parte de la crítica apoyó esta huida, acuñando un dictum: si el relato no trasciende la burbuja del yo del escritor y se la hace difícil a los lectores, es bueno. Y las grandes editoriales optaron por el laissez faire, porque vender autores argentinos no constituía una prioridad. ¿Para qué preocuparse, cuando sus ganancias estaban aseguradas por los próximos Follett, Coelho y compañía?
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MAPAS COMPARTIDOS

Bruno dibuja, por Marcelo Figueras


ara el Día del Padre, mi hijo Bruno, de cinco años, me regaló un dibujo del diablo. Un Satán de tridente, cuernos rojos, cara negra y sonrisa de absoluta satisfacción. Como estoy escribiendo una novela que tiene por personaje a un padre-diablo, me sorprendió. No soy de hablar en casa respecto de mi escritura; a lo sumo puedo haber dicho que estaba en medio de una novela de terror, o en el caso más específico, mencionar que tenía algo que ver con el Infierno. Pero la formación de Bruno en materia religiosa es nula. Ni siquiera estoy seguro de que esté en condiciones de vincular diablo con infierno. Y hace años que no veo pelis como Legend, Angel Heart y Hellreiser, que podrían haberle prestado su imaginería. Lo más parecido al diablo que Bru conoce es Saurón, pero el dibujo es demasiado específico. (Remito nuevamente al detalle del tridente.) Tal vez haya visto algo semejante en ese cartoon que se llama Hora de aventura, porque todo puede aparecer en Hora de aventura; en ese caso, se trataría de un episodio que me perdí.
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